octubre 9, 2024

LUIS F. Sánchez

LF.ORG.MX

La disputa geopolítica por Venezuela

La elección en Venezuela importa no solo en términos de la política interna, sino también por sus implicaciones políticas y económicas en el orden internacional. Venezuela cuenta con las mayores reservas de petróleo a nivel mundial y es el cuarto país con más reservas de gas. Además, es rica en otros recursos energéticos y minerales.

El año pasado, el gobierno de Maduro manifestó su interés en incorporarse a los BRICS, noticia que fue bien recibida por su homólogo chino, Xi Jinping.

China lleva tiempo estrechando lazos comerciales con diversos países de América Latina, pero tiene un particular interés en aquellos que cuentan con recursos estratégicos. Actualmente, la región representa un campo de disputa entre las principales potencias.

Es importante recordar que Argentina fue propuesta para formar parte de los BRICS por intermediación del presidente Lula de Brasil. La organización finalmente aceptó la propuesta (en la cual, por cierto, existe una amplia lista de países interesados en integrarse). Sin embargo, el recientemente electo presidente Javier Milei desechó esta opción una vez que asumió el poder.

Diversos países se han posicionado respecto al proceso electoral venezolano; algunos han aceptado los resultados, mientras que otros los han rechazado, argumentando un fraude electoral. Estos posicionamientos no pueden analizarse sin considerar el perfil ideológico de quienes lideran sus gobiernos, y el alineamiento entre el conflicto que enfrenta Occidente y el nuevo bloque liderado por China, Rusia y otros países que promueven la idea de un mundo multipolar.

En este sentido, algunos de los representantes políticos de la región o de otras partes del mundo que afirman que ha existido fraude electoral no es que tengan, en todos los casos, un compromiso democrático sólido. Algunos han llegado al poder, o se han mantenido en él, de maneras sumamente cuestionables, con escasa legitimidad política, mediante vías que quebrantan el orden legal, como golpes de Estado, o con instituciones poco democráticas.

Esto nos lleva a pensar la elección venezolana no solo en términos de política interna y de una demanda democrática, sino también como parte de una disputa de intereses geopolíticos.